martes, 8 de enero de 2008

Los renegados (o ‘profe, profe, mis compis no me dan roscon’)

Una de las cosas que tiene volver al trabajo tras 3 semanas ausente es que te enteras de todos los marujeos, cotilleos y maldades sucedidas en ese periodo de tiempo. A veces son cosas malas, otras (las menos) cosas buenas, y por último están las cosas surrealistas, que parecen sacadas de una comedia barata.

Mi retorno ha estado plagada de saludos, gente que venía a preguntar que tal había ido todo y sobre todo que si dormía bien. A pesar de todos los problemas es de agradecer que la gente se interese, que quieran ver fotos, darte la mano.

Pero luego llegan esos momentos en que todo parece volver a la normalidad, donde se comenta que la empresa da una copa de navidad fuera de horario laboral y que los jefes se quejan de que se quedan solos y encima no todos los jefes, ya que algunos desaparecen misteriosamente a su hora de salida. Porque no nos engañemos, en esta empresa somos todos una gran familia, con su suegra, el cuñado plasta, el primo gorrón y el sobrino tocanarices.

Dado el sueño que vengo arrastrando me ha tocado volver al coche para coger la llave de la cajonera, que cerré a modo cautelar por si alguien decidía llenarla de comida y la verdad es que el fresco matinal me ha despejado y abierto los sentidos tanto como para darme cuenta de que estaba aquí, que de los 4 fantásticos solo quedaba uno por las vacaciones y que este silencio no era normal.

Durante la comida me dicen ‘¿Te has enterado de lo del roscón?’ y yo esperando una nueva trastada del Brasas contesto que no y me dicen que ese día llegó el jefe del cliente y se llevó a los 4 fantásticos a tomarse unas cañas… esto a las 10:30 de la mañana, para empezar con fuerza el día. Estas reuniones se juntan con el aperitivo y casi la comida, cuando todos aprovechan a beber vino y luego vuelven muy contentos, sobre todo hermanados, se dan abrazos, se besan e incluso me temo que intercambien su sangre.

Ese día era el día del roscón y se decidió poner dinero y comprar alguno entre todos, pero como estos no estaban no se contó con ellos, mas sabiendo que igual ni volvían. Y fatalidad que volvieron antes… y ni mas ni menos que cuando estaban todos comiendo el preciado dulce.

Lo normal es comentar a los compañeros que porqué no les han esperado, se explica el porqué y todo solucionado. Pero no, el encagado no podía dejar pasar la posibilidad de ser un mártir y con lágrimas en los ojos subió raudo cual centella (a propulsión, mas bien) para hablar con el gerente y llorarle por que los demás no les quieren…

Un desprecio semejante no quedará sin castigo, de eso estoy seguro. Creo que se han comprado una bolsa de panchitos y no han ofrecido.

6 comentarios:

Korvec dijo...

¿Lloriqueando por un vil roscón?... ¡menudo bujarrón!".

¿Quien puede lloriquear por un postre del que lo único que puede emerger es una vil haba o un despreciable muñegote de plástico?. Si fuese un viril bocadillo de morcilla con piñones o una tartaza de nata con stripper de generoso poder lacteo, otro gallo cantaría.

Sombra dijo...

Ya ves con que clase de personas me las tengo que ver... para colmo ni siquiera era relleno el roscón.

Korvec dijo...

Un roscon sin relleno, es como una fiesta sin casino y furcias.

Sombra dijo...

Porque no estaba yo, si no otro gallo hubiera cantado, aunque sea lo relleno toner de impresora.

__m__ dijo...

jajaja esto ni en la guarderia!!! ahora los bebes sacan del pañal una navajilla y te dicen "dame tu cacho o te rajo"
jope...y me quejo yo de mis compañeras "chivatas" que corren a las responsables a decirles cualquier cosa..( fulanita, que venganita ha ido a hacer pis y en vez de dos minutos ha tardado dos minutos y dos segundos)......¬¬ que triste. pues que se compren ellos uno, o haberos quejado vosotros que ellos no os han traido a los demas una botella de vino dle que ellos habian bebido..... sies que....

como esta la nena????

muchos muakis para los 3!!!!

(te tengo que devolver tus comics...que triste, soy una morosa)

Sombra dijo...

La nena bien, cogiendo peso y creciendo mucho.

No puedes devolverme los cómics si no me ves... es lo que tiene ser una sombra. A ver si pasamos este período de sin-dormir y podemos preparar una comida.